Existen trabajos científicos cuya responsabilidad recae exclusivamente en un único autor. Otros, sin embargo, son producto de la participación de varios autores, los cuales pueden tener el mismo o distinto nivel de responsabilidad o de contribución. Incluso en los casos en los que la responsabilidad de un trabajo de investigación es atribuible a un único autor, la función que éste desempeña puede variar, dado que puede tratarse de la elaboración de un texto original, de un comentario sobre un trabajo ajeno, de una edición crítica de textos, etc.
Cuando el trabajo es obra de varios autores:
- El número de autores suele ser indicativo de la importancia de un trabajo. La colaboración de investigadores de diferentes instituciones, campos de investigación o países facilita su publicación en revistas con alto factor de Impacto y, consecuentemente, la obtención de un mayor número de citas. Sin embargo un número elevado de autores que no esté justificado puede ser contraproducente, y tiene una consideración negativa en las convocatorias de algunas agencias de evaluación,
- El orden de firma de los autores suele indicar la importancia y contribución de cada uno en el trabajo. Aunque en alguna disciplina se sigue el orden es alfabético y, por lo tanto, no refleja la responsabilidad atribuible a cada autor, en la mayoría, ser el primero, el último, o el autor para correspondencia sí que tiene relevancia. En cualquier caso, es esencial que sólo aparezcan como autores aquellos investigadores que han aportado algo relevante a la investigación.
Por otra parte el orden de los autores no sólo es un elemento importante a la hora de citar los trabajos o de recuperarlos en bases de datos o en los motores de búsqueda en Internet (si bien la mayoría de ellos indexa la totalidad de los autores), sino que también es un criterio que tienen en cuenta las agencias de evaluación para evaluar la relevancia de los autores.
En resumen, la correcta y completa asignación de la autoría tiene dos componentes: uno ético (atribución a la persona o personas realmente responsables) y otro estrictamente bibliométrico (por las consecuencias a la hora de evaluar la producción científica de cada investigador).
Cada vez es mayor el interés y la necesidad de los investigadores, las instituciones, las agencias de financiación, y los propios editores y revistas, de que se especifique la responsabilidad o la contribución real de cada uno de los firmantes de un trabajo, ya sea por su contribución a la investigación, a la redacción, o al proceso de revisión. En este sentido hay iniciativas como CRediT – Contributor Roles of Taxonomy, una taxonomía que incluye 14 roles que permite facilitar el reconocimiento diferenciando las posibles contribuciones de cada autor a un documento académico. Hay traducción de esta taxonomía al español.
Por último, hay que tener en cuenta que el número promedio de autores por artículo varía de forma significativa en función de las distintas disciplinas.